La explosión de una plataforma petrolífera en el golfo de México está provocando una mancha negra enorme, causando una catástrofe medioambiental en toda la costa sur de Estados Unidos, Louisiana- New Orleans-Florida. Cada día son toneladas las que se fugan del pozo con las graves consecuencias para el ecosistema marino : una contaminación de la biodiversidad, afectando a la pesca y a las aves, y por ende, a la economía de la zona, donde los barcos no pueden faenar, pese a que las barreras de contención intentan que el impacto sea el menor posible, y proteger las playas.En esta ocasión este accidente no fue por un buque petrolero , como ha habido por todo el mundo ( aquí aún recordamos el caso del Prestige en las costas gallegas, donde el chapapote destrozó el bello paisaje del litoral y que gracias a cientos de voluntarios se minimizó en parte) .
Las primeras soluciones de urgencia : echar disolvente mediante aviones, o quemar el crudo, pero se sigue contaminando.
La empresa BP es la responsable de este nuevo desastre ecológico, derramando un vertido de fuel de magnitudes considerables, derivando ya a Marea Negra. Se pretende sellar el pozo pero llevará su tiempo, quizá 3 meses.
Los efectos que deja el crudo desparramado por el Golfo tiene que hacernos recapacitar sobre el planeta que queremos, y de si los costes para extraer el combustible no tienen un plus que nos hipoteca en este afán consumista y despilfarrador ¿realmente compensa?



