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Cuando se hablaba de que gobernaran los más aptos, los más sabios, basado en la teoría darwiniana llevada a la sociedad, Hitler justificó su pureza de la raza aria, superior a las demás, que considero una política inmoral hasta entonces desconocida. Los experimentos del Dr. Mengele realizando atrocidades fetales, con gemelos o de otra índole, son aterradoras.
Llevó a crímenes contra la Humanidad no sólo antisemita, sino con enfermos mentales, homosexuales, distintas razas distinta a la blanca, con todo aquel que tenía una tara, y debería ser eliminado.
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Hoy en día la ingeniería genética con la implantación de óvulos, su fecundación embrionaria, plantea este asunto de bien nacido(eugenista), con la mejora de sus rasgos genéticos, para crear personas más sanas( sin enfermedades congénitas), peligroso perfeccionamiento del individuo que va hacia una perfecta sociedad, que ya discrimina esta selección fetal, ¿cuál debe vivir, y por ende, morir?.
La crítica bioética está ahí. Crear élites sociales, perfectas, ¿no es monstruoso?
Reseñar no obstante, que en las mejores universidades quieren los mejores estudiantes, que las mejores empresas, quiere a los mejores directivos. La selección del personal y la competencia entre aspirantes ahí están.
La universidad de Silicon Valley, norte de California, que tiene un altísimo grado tecnológico, pretende una singularidad, y sacar los líderes más sabios, más preparados.
La sociedad es la que nos ha tocado, pero ¿hacía dónde vamos?, ¿cuál será el orden mundial al que nos encaminamos?
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