
Por lo pronto el Fiscal Gral del Estado pretende imputarles un delito de sedición, con posible cárcel de hasta 8 años, y unas indemnizaciones que deberán responder con sus bienes propios, por lo que algunos se han apresurado a ponerlos a nombre de sus familiares, y saberse "insolventes "( ¡ qué bajeza!, pero quien hace la ley hace la trampa ,no???)
Los señoritos, que tienen unos salarios anuales de una media de 300000 euros, se quejan ahora por la forma que el gobierno les ha dicho cómo deben contar las horas trabajadas. En otras ocasiones no pasaba nada cuando a partir de 1670 horas eran extraordinarias pagadas a precio de oro, pero ahora les parece muchísimas, y es mucho el estrés, y amenazan con no poder asegurar la seguridad aérea.
Este conflicto no es nuevo, se había larvado y enquistado durante años, arrastrándose durante más de una década, desde 1999, donde varios cambios de gobierno habían hecho inacción, y ha tenido que ser ahora cuando se les empieza a poner coto cuando ha salido todo este lodazal.
El descontrol de este hecho inaudito ha hecho tomar al gobierno una medida sin precedentes: declarar el estado de alarma con la militarización de los centros de trabajo, pasando de Fomento a Defensa la competencia, y que puede prorrogarse si se observan posibles actuaciones como las sufridas estos días. Y es que la endogamia existente en este colectivo hace que trabajen sólo los que ellos quieren y cuando ellos quieren.
Veremos esta desobediencia masiva a dónde lleva, pero los miles de afectados cabreados, indignados, comienzan a tomar medidas reclamando sus derechos ante bufetes de abogados que se frotan las manos ante tamaña indemnización. ¿ Cuánto nos costará esta pataleta? Porque será un montante a considerar que los curritos contribuyentes seremos los paganinis.