Obviar que vivimos en una realidad deliberada, no es novedad. Este mundo tan mezquino que nos ha tocado vivir nos lleva por unos derroteros banales, absurdos. Hace no mucho, la TV actuaba como placebo que nos enganchaba como toxicómanos, reflejando un cúmulo de despropósitos, sandeces, falsedades, mentiras, etc, pero que a fuerza de reiterarse un día tras otro parecían convertirse en verdad.
Hoy en la era de internet y esta forma más directa de comunicación tampoco estamos a salvo de tanta manipulación y control. Los espacios en apariencia más libres nos pueden llevar a pensar a que esa libertad existe y que estamos bien informados.Craso error. Tampoco otros medios en principio más fiables como la radio o la prensa.
La contaminación sigue ahí, y la manera en que nos anestesian también.No nos engañemos, la información siempre ha sido poder, y una minoría mediática o de gobiernos ha tratado siempre de controlarla y manejarla a su antojo, imponiendo a la sociedad su visión sectaria, parcial. Una sociedad más controlada es más previsible, más débil, más sometida. Nos tratan como borregos, como esclavos, ignorantes, vendiéndonos humo y nosotros estamos dispuestos a comprarlo. No dejan que realmente tomemos opinión ante toda ese transfondo diario. Es un gran negocio que reporta pingües beneficios a corporaciones con intenciones muy sesgadas, y su estrategia no parece que vaya a cambiar. La pena es que somos sumisos, nos paralizamos y esa es su baza para moldearnos a su gusto.
Por eso es hora de hacer crítica, pensar y tomar decisiones al respecto, levantarnos y actuar cribando toda información para formarnos, porque la gente, tú y yo, no creo que seamos tan tonta como nos hacen creer. Debemos ir más allá, y profundizar en los hechos, y saber discernir lo propagandístico , monopolístico y disperso de lo que no.
Negar lo bueno de la comunicación es incuestionable, pero razonemos. Ni sobredosis ni insuficiente información. ¿Qué hay detrás de esta impuesta realidad?
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