
Lo cierto es que apesar de lo fuerte que nos creamos tenemos nuestras limitaciones, y no somos dioses, no estaremos aquí eternamente.
Sufrimos impactos físicos y emocionales que van mellando nuestro cuerpo, nuestra alma, sometiéndonos a dolores con heridas de guerra que llevaremos impresas siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario