martes, 21 de abril de 2009

EYEBORG

El little brother ya existe. Una persona tiene una prótesis ocular en la que lleva incorporada una cámara, y con la que graba la intimidad de las personas con las que se encuentra, violando en cierta medida la privacidad de ellas. Rob Spence perdió el ojo y ahora con su biónico deja constancia de ello en su blog, http://eyeborg.blogspot.com/ .

En principio, comenzó a realizarlo como crítica al big brother en el que estamos inmerso: miles de cámaras expuestas en todos sitios-calles, bancos (todos los movimientos que registran en anotaciones), empresas que vigilan a sus empleados y a los clientes, el internet y las super telecomunicaciones de hoy en día, etc) captando cada paso que damos, nos vigilan, nos localizan, nos controlan, saben lo que consumimos en cada momento, vulneran nuestros datos personales, nuestras vidas, haciendo una utilización sensible de todo lo que tienen sobre nosotros y que lo venden según su conveniencia. Somos un libro abierto para muchas empresas que nos llaman a casa, a nuestro número de teléfono y que a saber de dónde han sacado y conocen como nos llamamos, con quién convivimos, y muchos perfiles más de nuestro yo más íntimo.

¿Quién vigila al vigilante? ¿Quién tiene que tener toda esa información, que es poder, para un uso lícito o de otra índole? Los gobiernos, las empresas. Consentimos que nos vejen todos los derechos desde que nacemos y hasta que morimos, guardan todos los aspectos de nuestra existencia: en que creemos, en que pensamos, y pulsan hacia dónde puede ir la sociedad. Es un arma contra la que no podemos luchar. El anonimato no existe. El sistema nos deshumaniza, nos hace ser números clasificados, somos cautivos, no elegimos libremente, nos teledirigen.

Seguimos en la matrix sin posibilidad real de salir de ella. Así es que a seguir el curso que tenemos que seguir, como corderines, becerriles.

No hay comentarios: