sábado, 10 de enero de 2009

GENERACIÓN PERDIDA

Esta sociedad necesita catalogar todo para tenerlo controlado, y así a los jóvenes nos han clasificado en distintas generaciones : X, Y , JASP, etc,( los que abandonábamos unos ideales, los que estábamos de vuelta de todo, los que estábamos hartos de las revoluciones estúpidas o las que no pensamos nada más que en consumir y en el ocio).
Los nacidos como yo en los '70 tuvimos acceso a una educación con proyección universitaria. Había que superarse, ser el primero en la familia en tener un título universitario, aventurando poder tener mejor futuro que tuvieron nuestros padres. Nos apuntábamos a todos los cursos habidos y por haber para estar preparados (informática, idiomas, prevención de riesgos laborales,etc) a la hora de enfrentarnos al mercado laboral ser resueltos. Aspirábamos a tener una vida resuelta, de éxito laboral, reconocidos en nuestra profesión. Teníamos unas expectativas para cuando acabasemos de estudiar magníficas, con ese puesto que nos estaba esperando.
Nada más lejos de la realidad.
El mundo está montado de otra manera, ajeno a las aulas, donde las multinacionales deciden que tu curriculum después de toda una vida de estudio con pluses no vale más de mil euros.
Nos vendieron una moto que nos dejó tirados a la primera de cambio. Pero el sistema es bien claro: nos tienen entretenidos haciéndonos pensar que el estudio nos sacará a esa luz que ansiábamos de libertad y bienestar, pero calladitos y sin rechistar mientras ellos siguen haciendo de las de ellos sin que les molestemos, siendo peleles.
Todo es bien distinto.
Sí, estamos sobradamente preparados, pero trabajamos en cualificaciones inferiores: de cajeras, teleoperadoras o repartidores, sobreviviendo y teniendo que dar las gracias por las cuatro perras que caen.
Sin futuro digno,vivimos de prestado, no podemos salir de la casa paterna y mucho menos pensar en comprar piso con las hipotecas que hay; los alquileres están por las nubes y si te independizas tienes que compartir piso con desconocidos y a estas edades da mucha pereza,cada uno tiene sus manías e historias y es perder intimidad; los trabajos son precarios y en cualquier momento te pueden dar la patada y quedarte en la calle.
Con este panorama cómo pensar en tener vida, pareja, hijos(madres cada vez más mayores),...sino podemos sobrevivir nosotros, cómo para arriesgarse en estas duras condiciones. Es cierto que llegamos tarde a todo , se nos negó el pan y la sal, y tenemos que rumiar un fracaso de toda esta trampa vivida.
Se nos llenaba la boca, creyendo que por estudiar y tener título universitario estaba ya todo solucionado, pero demasiada competitividad infravaloró nuestro potencial, desencantándonos.
Y aún las cosas pueden cumplir la ley de Murphy e ir a peor.
Ya dejamos de ser jóvenes y nos hacemos mayores.

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