El hecho acontecido el 2 agosto de 2008 donde un ciudadano de bien fue a socorrer a una mujer maltratada por una "cucaracha", y ésta le agredió propiciándole una paliza, causándole tremendas consecuencias ha transcendido por el transfondo cívico de un lado y la alarma social por otro.El 6 de agosto, este ejemplar ciudadano, profesor Neira, tuvo que ingresar por un derrame cerebral propiciado por los golpes recibidos por este maltratador, lo que le mantuvo en coma durante más de dos meses, con recaída y todo. Se está recuperando poco a poco en el hospital, después de sufrir un auténtico calvario. Ayer concedió una entrevista sensata a Antena 3, y de la que no se puede quitar una coma. Ahora está a la espera de que le sea implantado una pieza en su cerebro que llegará de Estados Unidos.
Con su acto demostró la calidad de ser humano, yendo a la ayuda de otro que se suponía en peligro, aunque la presunta agredida, en este caso, sea una desagradecida, y lejos de mostrar la admiración porque otro se jugara su vida por ella, se comporta miserablemente mostrando las bajezas, las canalladas de la naturaleza humana. Y es que tiene que haber gente para todo, incluso para ser ruin. Cada uno se define por lo que es.
El llamado héroe de la sociedad civil, profesor Neira,por su valentía, de la cual nos sentimos todos orgullosos, ha sido propuesto para el Observatorio de Violencia de Género en Madrid. Lo que ofrecerá desde su experiencia será una toma de conciencia por parte de todos del rechazo de plano de la violencia, una tolerancia cero contra las mujeres, y para dejar de ser obtusos ante este tema tan sangrante que se está cobrando muchas víctimas a lo largo del año. La mujer no es propiedad de nadie, y no se puede tolerar ni la primera voz.
Porque no se puede mirar para otro lado y ser cómplices. Debemos actuar para erradicar este cáncer, desde la base, en la educación, pilar en el que se edifica todo lo demás.
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