martes, 31 de marzo de 2009

NO HAY ESCAPATORIA

La situación sigue siendo la misma:
enjaulada, sin más que los barrotes, con las alas cortadas, consigo evadirme con la imaginación, que convenientemente acude a mi llamada angustiosa otra madrugada más. Imprevisible me embarca para cruzar por sendas no por recurridas tantas y tantas veces, desconocidas, siempre con aspectos novedosos, con detalles que se tornan definitivos, contundentes.

El destino urdió su propio plan. Las pretensiones de batir las alas sólo quedaba para la ensoñación. Miríadas de ocasiones perdidas en pos de un sentido del deber que con aplomo decidí en los albores de mi existencia. Pero curtida en mil y una aventura, libraba feliz cada noctámbula hora.
Al amanecer todo el colorido, la libertad, la alegría, se esfumaba, y en su lugar, las sombras, el yugo, la apatía. ¡BASTA!
Pero mi vida ya fue, ahora existo, respiro, voy, vengo, el resto recuerdos.

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