BRASIL EMERGE

Algunos economistas dicen que para que una economía pueda ser considerada como "emergente" se han de cumplir 5 condiciones:
-riqueza de materias primas y recursos,

-creciente número de trabajadores jóvenes,
-estabilidad política (democracia?),
-fuerte Inversión Extranjera Directa (IED / FDI)
-fuerte crecimiento de consumidores locales.
Se estima que en 2050, los mercados BRIC (Brasil, Rusia, India y China) generarán el 44% del Producto Interior Bruto mundial (casi la mitad del mundo, que es mucho decir).

Los inversores miran esta aldea global y ven Brasil como uno de los países más atractivos, y desde que Lula da Silva es presidente parece que puede haber esperanza social, pero una tasa de pobreza acuciante y visible en las favelas no genera el progreso inminente al que se aspira. Sin embargo, se pretende un comercio más justo y solidario.

Y es que se nos olvida a veces que América Latina tiene una fuerza extraordinaria y una voluntad de desarrollo que va a dejar a los europeos en un lugar lamentable cuando despierte del todo y se desperece. Porque no sólo el marco asiático viene pisando fuerte, el MERCOSUR y su economía tiene mucho que decir en este siglo XXI. Brasil no sólo tiene gas y petróleo, fundamentales en este sistema post-industrial que está agonizando, sino que apuesta por las energías alternativas, renovables, en la cual también se convirtió en líder mundial( biocombustibles,biodiesel), además que es el pulmón del mundo con su Amazonia y tiene que reservarse pues es la tierra el gran recurso que puede dar sostenibilidad y crecimiento a la zona. Por el momento lo están haciendo bien, todo son buenas noticias, y sería importante que la estrategia seguida por Brasil fuese tomada por los países que con características similares que están contaminando más y vierten más basura al medio ambiente, para que consideraran otras medidas.

Hay países en vías de desarrollo que empiezan a entrar aunque sea tímidamente en la foto de la ciencia internacional. De hecho, las pasadas décadas "han estado marcadas por un crecimiento sin precedentes en ciencia y tecnología en una parte importante del Sur", y Brasil es uno de ellos cada vez con más campos accesibles.

Desde un punto de vista ético -religioso, también podemos observar el aumento del peso específico del hinduismo y de las diferentes religiones sínicas (confucionismo, taoísmo, ...), así como del Islam, y en Brasil los predicadores han dejado de lado la doctrina católica impulsando otras vertientes.

En todo caso, todo apunta a un reordenamiento político global en esta primera mitad de siglo, a lo que algunos no estarán dispuestos. Veremos.