domingo, 1 de febrero de 2009

INQUINA INTOLERABLE

Parecía que la tropelia de controlar todo se había quedado en los siglos medievales y posteriores, cuando la defensa a ultranza de la fe en la doctrina católica era la excusa para torturar a quien éllos decían que se salían del redil de la órbita de la iglesia ( cátaros, templarios, beguinas, etc en Europa, España, América), y enriquecerse con el patrimonio que les pertenecía, confiscándoles los bienes, acusando, culpando, condenando, ajusticiándoles a quien con una ideología de libre pensamiento se disponía a tomar un camino distinto al marcado, y más si eras mujer y lista. Eran calificados de brujos, supersticiosos, etc.
El gran negocio de la historia se podía ver afectado, resquebrajando este invento de adoctrinamiento moral de más de 2000 años, aterrorizando con infiernos y excomuniones, o con pena de muerte(por ej.,hoguera).
Pese a lo que se pudiera pensar la barbarie no acabó en aquellos años, pues en nuestros días aún aspiran a manipular el comportamiento de multitud de hombres dispuestos a creer, y no en vano el propio Papa Benedicto XVI era su vigilante y justiciero antes de este cargo papal.
Hoy en día todo aquel que tenga buenas intenciones, sea solidario, pacifista, ecologista, defienda el progreso, la esperanza en la ciencia y tenga este perfil más o menos bondadoso es mal mirado por este observador que continua decididamente en sus trece. En esta nueva era donde la crisis de fe es patente y cada uno cree lo que quiere creer (demasiado maremagnum de creencias) , cualquiera puede ser un anticristo para esta gente que sigue teniendo su poder, y se agarra a él pasando por quien haya que pasar.

La religión ( no sólo la católica) sigue azuzando las guerras, del todo intolerables, pues les da juego para su supervivencia.

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